En caso de que una rueda esté doblada, agrietada o con evidentes
signos de corrosión, deberá cambiarla. De lo contrario, es posible que
el neumático se separe de la rueda o que provoque una pérdida de
control.
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Asegúrese de mantener la presión de inflado de los neumáticos
correcta. La presión de inflado de los neumáticos deberá comprobarse
al menos una vez al mes. No obstante, Toyota recomienda comprobar
la presión de inflado de los neumáticos cada dos semanas.
Al cambiar las ruedas, asegúrese de que son equivalentes a las anteriores
en capacidad de carga, diámetro, ancho de la llanta y profundidad de
montaje*.
Las ruedas de recambio están disponibles en un concesionario Toyota
autorizado, con cualquier taller, o con otro profesional con la cualificación y
el
equipo necesarios.
Retire cualquier resto de suciedad
u objetos extraños de la superficie
de contacto de la rueda.
En caso de que haya alguna materia
extraña en la superficie de contacto de
la rueda, es posible que los pernos de
la rueda se aflojen mientras el vehículo
está en movimiento, con lo que el
neumático podría salirse.
Coloque el neumático de repuesto y apriete ligeramente cada uno de los
pernos de la rueda con la mano, aplicando aproximadamente la misma
presión en todos ellos.