Lavado
Para ayudar a proteger el acabado del coche de la oxidación y del deterioro, lávelo bien y , al menos, una vez al mes con agua tibia o fría Si utiliza su coche en carreteras sin asfaltar, debería lavarlo después de cada conducción por este tipo de carreteras.
Retire con cuidado cualquier acumulación de sal, suciedad, barro u otros materiales extraños. Asegúrese de drenar los agujeros en los bordes inferiores de las puertas y mantenga siempre limpios los paneles inferiores. Si no limpia en seguida las manchas de insectos, alquitrán, excrementos de pájaros, polución o similares, éstos acabarán por estropear el acabado del coche.
Incluso lavar las manchas simplemente con agua no garantiza la extracción completa.
Utilice jabón suave, que es seguro para las superficies pintadas.
Tras lavarlo, aclare el vehículo por completo con agua tibia o fría. No deje que el jabón se seque encima del acabado del vehículo.
PRECAUCIÓN
Especialmente, con agua a presión, el agua podría pasar por las ventanas y mojar el interior.
ADVERTENCIA - Frenos mojados
Tras lavar el vehículo, compruebe los frenos mientras conduce despacio para ver si se han visto afectados por el agua. Si los frenos no funcionan correctamente, séquelos pisándolos ligeramente mientras conduce en línea recta y a una velocidad baja.
PRECAUCIÓN
Encerado
Encere el coche cuando el coche esté seco.
Lave y seque siempre el vehículo antes de encerarlo. Utilice cera, pasta o líquida, de buena calidad y siga las instrucciones de uso del fabricante. Encere todo el guarnecido de metal para protegerlo y mantenerlo brillante.
Extraiga aceite, alquitrán y materiales similares con un quitamanchas que normalmente retira la cera del acabado.
Asegúrese de volver a encerar esas zonas, aunque el resto del vehículo ya no necesita más encerado.
PRECAUCIÓN