Unos detectores de ultrasonidos, implantados (según el vehículo) en el paragolpes trasero del vehículo, "miden" la distancia entre el vehículo y un obstáculo.
Esta medida se traduce en unas señales acústicas cuya frecuencia aumenta con la aproximación al obstáculo, hasta convertirse en un sonido continuo cuando el obstáculo se encuentra a unos 30 centímetros del vehículo.
Nota: compruebe que los detectores de ultrasonidos no queden ocultos (suciedad, barro, nieve, etc.).
Esta función es una ayuda suplementaria que indica, mediante señales
acústicas, la distancia entre el vehículo y un obstáculo al realizar una
maniobra. No puede por tanto, en ningún caso, sustituir la vigilancia ni la responsabilidad del conductor cuando realice maniobras. El conductor debe estar siempre atento a los acontecimientos imprevistos que pueden darse durante la conducción: vigile siempre, por tanto, que no haya obstáculos móviles (tales como un niño, un animal, un cochecito de niños, bicicleta...) o un obstáculo demasiado pequeño o demasiado fino (piedra de tamaño mediano, estaca muy fina...) durante la maniobra. |